Desde hace varios años se viene debatiendo sobre si es necesario el entrenamiento de fuerza para los ciclistas, si realmente es útil o no para mejorar su rendimiento durante la temporada.

¿Es necesario que los ciclistas hagan ejercicios de fuerza? La respuesta es fácil, tenemos más de 660 músculos en el cuerpo, y su fuerza y flexibilidad contribuyen a la mejora de nuestro rendimiento ya que conforman entre un 40 y 55% de la masa corporal. Por lo tanto, deberíamos poder desarrollar todas sus capacidades a la máxima expresión.

Consideraremos la fuerza como una herramienta para superar el factor limitante de un ciclista ante la dificultad de aplicar mayor fuerza al pedal y durante más tiempo posible, con lo que mejoraremos en distintas fases de sus competiciones: sprints, escaladas, contrarrelojes…

Con el trabajo de fuerza hay estudios científicos que nos muestran una mejora clara en la potencia relativa (w/kg) y potencia absoluta del ciclista, también con una mejora de su capacidad aeróbica (VO2max).

Ante la evidencia de la mejora de fuerza en los ciclistas después de un periodo de trabajo, hay algunos que no creen en este trabajo de preparación en el gimnasio. Su consideración es que pueden “ganar” peso corporal debido al trabajo de gimnasio, que puede ser normal aunque ante un trabajo específico de fuerza máxima la ganancia de peso corporal es muy baja (1 a 2 kg), que si utilizamos la formula de potencia relativa (vatio de potencia generado divido por peso corporal) podemos comprobar si ha valido o no la pena hacer el trabajo de gimnasio. La gran mayoría de los casos será que sí, ya que el/la deportista puede ganar peso pero la ganancia de potencia es mucho más alta, dando una mejora en este factor de rendimiento determinante en muchas fases de la competición.

Y la pregunta que viene a continuación es: ¿Qué factores debo tener en cuenta para desarrollar un programa de fuerza y como lo debo hacer?

Ante todo debemos individualizar el trabajo de fuerza con el deportista teniendo en cuenta estas consideraciones:

-Nivel de experiencia: si es tu primer año entrenando la fuerza (deberíamos iniciarnos en fases post adolescencia) no trabaj

arás de la misma forma la Fuerza Máxima que lo hará un deportista que lleva 5 años trabajando en el gimnasio. Deberías trabajar con cargas medias o ligeras en comparación con el deportista de más experiencia, que trabajará con cargas medias – altas.

-Periodización: el trabajo de fuerza es antagónico al trabajo de resistencia en cuanto a mismo volumen e intensidad, por lo tanto, es importante tener bien programado en qué periodo del año lo debemos realizar, a qué intensidad, volumen, frecuencia por semana…

-Calentamiento y relajación: realizar SIEMPRE un calentamiento previo de unos 10’ de actividad aeróbica. También al finalizar una sesión de fuerza ponte a hacer unos minutos de estiramientos para relajar los músculos y evitar lesiones.

En resumen, el entrenamiento de fuerza es importante para mejorar el rendimiento de los ciclistas ya que ayuda a desarrollar la potencia, la resistencia y la capacidad aeróbica. Sin embargo, es importante tener en cuenta el nivel de experiencia, la periodización y el calentamiento y relajación al desarrollar un programa de entrenamiento de fuerza.